Instantáneas de diciembre. Un paseo por el mes.
Ya está aquí. El duodécimo y último mes del año: diciembre de días festivos, ajetreados, alegres y en familia.
Es el período de descanso e hibernación en la naturaleza.
Es cuando sucede el solsticio de invierno en el hemisferio norte.
El mes del inicio del invierno y de momentos de reflexión.
El diciembre del balance simbólico para muchos y de mirarse a sí mismo…
Y como muchos, yo también me pregunto a mi misma:
¿Qué he aprendido este año?
¿He compartido este año con los demás?
¿Qué agradezco y qué añoro?
¿Y qué sueños me quedan aún por cumplir?
¿He sabido ser feliz?
Reflexiono sobre ello mientras voy pasando los puntos de una aguja a la otra. Klic, klic, klic…
Cuento pasos que he dado para adelante y para atrás…
Amigos que he ganado y los que se han ido de mi vida…
Lágrimas que he derramado y risas que he soltado…
Sorpresas y desilusiones…
Esfuerzos y sacrificios…
Los niños, la felicidad, el amor…
Y hago planes para el futuro. Éstos por cierto no pueden faltar…
Estudio los caminos nuevos que se han dibujado en el mapa de mi vida….klic, klic…
Y me digo para mis adentros: que sí, todo son aspectos importantes.
O relativamente importantes…
A unos aspectos les concedo más importancia, a otros menos. Depende.
Sonrío para mi y recuerdo las palabras que a menudo escucho de la boca de David, y las cuales en alguna ocasión me han llegado a irritar:
«tómate las cosas con filosofía…»
Pero tiene toda la razón. Y si la tiene, hay que dársela.
Estoy aprendiendo a relativizar, a quitarle importancia a asuntos que no la merecen.
Poco tiene lo suficiente peso como para atormentarme o preocuparme.
Todo tiene de una u otra forma una solución. A veces la vida lo hace por mi, ella sola.
¿Si es fácil? No, no lo es. Cuesta aprenderlo. Pero vale la pena el esfuerzo porque vivo más tranquila.
La vida se compone de los momentos…
De los momentos pequeños y, puede, insignificantes y de los grandes. Así como el camino se construye paso a paso, la vida se hace momento a momento. Y sí, sólo son momentos.
Amo a la naturaleza, la observo y ella me premia con sus tesoros…me obsequia con la tranquilidad y me reconcilia conmigo misma.
Soy consciente que en cada instante puedo elegir cambiar una cosa por otra.
Puedo ir por la vida sonriendo pese a la circunstancia.
Ser mejor y más persona.
Nada dura para siempre…
En ocasiones pensamos que hemos malgastado una vida entera.
O que hemos perdido el tiempo, porque nos ha dejado un amor.
Hemos perdido un trabajo, hemos enfermado o nos damos cuenta de malas decisiones.
O porque nos pena el pasado y le tememos al futuro.
Nada dura para siempre. Tú decides el qué y el cómo.
Busca y haz cosas que realmente te gustan…
“No tengo ningún talento especial. Sólo soy apasionadamente curioso” dijo Albert Einstein.
Busca algo que sea tuyo y hazlo con dedicación, amor y cariño.
He buscado y lo he encontrado sin ir muy lejos.
Aunque ya lo hacía desde siempre parece que ahora me sabe mejor.
Lo que ha cambiado es mi consciencia del momento.
No hago cosas muy diferentes que tú también no hagas…y son:
- trabajar y tener objetivos a conseguir…
- crear con las manos y aprender…
- estar con mi familia y reír…
- o disfrutar de un cariño..
- viajar y cocinar…
- estar en el sofá leyendo…
- tomar café y observar las personas…
¿Qué más puedo querer, si no disfrutar, con tanto bueno que hacer?

En lo pequeño está lo grande…
“La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte,
que pueden ocurrir pocas veces,
sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días»
Benjamin Franklin


Diciembre no ha sido muy fácil hasta ahora. Ni el año a veces. Los chiquillos están arrastrando un virus desde hace días. La gran prematuridad del pequeño David preocupa ya que le afecta todo mucho más y le perdura durante bastante más tiempo.
Son noches muy mal dormidas y días con poco descanso. En estas circunstancias a veces es muy difícil recordar, con auto disciplina, todo lo que he escrito hasta aquí.
¿No te pasa también a ti?. De tanto árbol no ver el bosque…
Sin embargo pensandolo mejor ¿qué más queremos?
El tiempo pasa tan rápido que hay que disfrutar con todos los momentos que nos regala la vida. Con los buenos y menos buenos. Por muy difícil que a veces sea.
Hoy vivimos en un mundo que no nos deja espacios para reflexionar… Mucho afuera nos distrae y cuando caemos en cuenta, el tiempo ha pasado, sin que logremos integrar nuestras respuestas y reacciones…
Un principio básico de Slow Life sobre cual puedes leer más aquí.
¿Compartes mi punto de vista?
¿Reflexionas de vez en cuando y que te aporta la reflexión?
Un abrazo
Hola Justina,
Decirte que tus reflexiones sobre diciembre me han relajado, y sin duda las imágenes han aportado un especial bienestar a la sensación de relax.
Yo, al igual que tu, también pienso durante este mes sobre el año ya vivido. Creo que este tiempo navideño de recogimiento y paz permite y favorece que meditemos y reflexionemos sobre nuestras vidas y la vida en general.
Tu visión me parece muy positiva. Los momentos felizmente vividos le dan sentido a nuestras vidas.
Un abrazo, y feliz año…
Querida Juana , primero de todo quiero pedirte perdón por tardar tantos días en contestarte. Me alegro mucho que mi mensaje en su conjunto te han proporcionado un momento agradable y relajante. Espero que tus fiestas hayan sido plenas de felicidad, paz y alegría, al igual que tus conclusiones fructíferas y constructivas. Que tengas un muy buen año nuevo y hasta pronto!